Alta domiciliaria

Por fin se viene a casa. Está muy débil, pero la recuperación va a ser más gratificante que estando hospitalizado, donde además no puede salir de la jaula.

Le recojo de la clínica veterinaria sobre la una de la tarde. Le habían quitado la vía y me dijeron que no era necesario que le pusiera la gota que hasta ese momento le estaban echando en el ojo, pues se le veía rojo, como si tuviera una hemorragia interna. Los veterinarios nos dicen que parece que ve algo, pero no están seguros de cuánto.

Al llegar a casa le abro la puerta del transportín para que salga si quiere, pero se queda tumbado. Cuando me acerco, echa las orejas completamente hacia atrás, me gruñe y me bufa. Se le ve muy asustado.
No bebe y come poco.

En el vídeo podéis apreciar que ya ha cambiado gran parte de la piel, y tiene extensas áreas sin pelo:


Perdigoncillo

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